martes, 5 de abril de 2011

APORTE DEL CLUB DE CIENCIAS POR EL 2 DE ABRIL

Agosto de 1990... Mi barquito construido de servilletas flotaba en el océano imaginario que se extendía por sobre el piso de mi cuarto. Era aquel mar de ilusiones del que nada podía escapar, yo flotaba al igual que mi cama, único habitante en mi habitación. Un muñequito yacía sobre el barco, el barco se llamaba "Gral. Belgrano" y el muñequito se llamaba "Papá". Mi madre cada vez que pasaba a ser mi atendida, cuando el efecto de su adicción le hacía girar hasta la mente, mientras la cuidaba ella contaba como murió el fiel soldado defendiendo a la patria, nuestra patria, mientras yo solo tenía meses de vida. Él se había hundido en un mar de desconsuelo, un mar de sangre, un mar de prepotencia. Hoy aquí con ocho sufridos años, sin padre y con una madre dominada por los excesos, me encuentro imaginando la llegada a tierra de mi papá. Sobre un pedazo de cartón se erguían dos hombrecistos de plástico. Eramos mi mamá y yo. Nosotros esperábamos a aquel hombre, ganador de una guerra que aún yo no comprendía bien. En mi cuento de hadas estábamos los tres juntos al fin, todos bien, todos a salvo, el sol brillaba, mi mamá estaba sana, yo no vivía aquí en el orfanato, no me sentía ni solo ni triste, me sentía a gusto, me sentía vivo. En mi cuento de hadas... por Luis Gonzalo García Llauró (02/04/20-10)

1 comentario: