RENOVEMOS LA ESPERANZA
El quiero y el no puedo, para mí
fueron excusas; y pude entender que las mejores oportunidades se dan una sola
vez.
Siempre es bueno reconocer los errores
cometidos para no volver a tropezar. Sé que me equivoco en pensar que perder un
año no es nada, sino todo lo contrario, porque perdí muchas cosas importantes.
Si tan sólo hubiera hecho un poco de
esfuerzo habría alcanzado la meta, pero fui una ingenua, haragana y muy
rebelde. No escuché los ruegos de mis padres, de mis hermanos que me animaron a
estudiar y salvar el año, porque realmente ya había decidido hacerlo de nuevo.
No voy a dar vueltas al pasado porque
no lo puedo cambiar, y no voy a dejar que me agobie el futuro. Si presto un
poco de atención, voy a percibir que ningún día es igual a otro.
El destino es incierto y por más que
hagamos las cosas bien o mal alguna vez, vamos a tener que golpearnos para
darnos cuenta de que nos equivocamos y tener el valor para cambiarlo y no
volver a chocar con la misma piedra.
Hoy he decidido dar vuelta la página
cerrando el pasado y vivir el tiempo presente porque ya no soy la misma
persona, hay un cambio positivo en mí, que me hace valorar este momento.
Yo vivo cada minuto de mi vida porque
allí encuentro la salida a mis confusiones, la alegría de buenos momentos y la
pista correcta para la decisión que he tomado.
Debo considerar que cultivar los
valores hace que nuestra vida disfrute las cosas lindas de la vida. El vivir de
remordimientos me lleva a un callejón sin salida, impidiendo el crecimiento y
el aprendizaje.
No importa quién fuiste, qué hiciste,
lo que importa es quién eres ahora y lo
que harás con tu vida. El amor, la esperanza y Dios son tus únicas herramientas
para cambiar.
La esperanza me ha dado nuevas fuerzas
para seguir adelante sin estancarme, ni muchos menos retroceder.
La fe me de alas para alcanzar
objetivos, confiando en Dios, quien me asegura la guía para no perder de vista
mis sueños.
Es por eso que nosotros decidimos
volver a empezar porque aún no termina el juego de la vida, todavía nos queda
mucho por andar, experimentar y vivir proponiéndonos qué camino de la mejor
forma posible.
Lo mejor es que te sientas feliz, nada
es para siempre y la vida está llena de cosas hermosas, que hay que disfrutar.
Créanme vale la pena tomar sobre sí
una carga pesada si con esto podemos aligerarle la carga a otros.
Tu vida puede ser un mensaje de
esperanza para un mundo escudriñador.
He aprendido una valiosa lección: NUNCA, NUNCA RENDIRSE. La victoria y el
triunfo son frutos de la tenacidad, la determinación y la perseverancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario