sábado, 1 de septiembre de 2012

RENOVEMOS LA ESPERANZA


RENOVEMOS LA ESPERANZA

El quiero y el no puedo, para mí fueron excusas; y pude entender que las mejores oportunidades se dan una sola vez.

Siempre es bueno reconocer los errores cometidos para no volver a tropezar. Sé que me equivoco en pensar que perder un año no es nada, sino todo lo contrario, porque perdí muchas cosas importantes.

Si tan sólo hubiera hecho un poco de esfuerzo habría alcanzado la meta, pero fui una ingenua, haragana y muy rebelde. No escuché los ruegos de mis padres, de mis hermanos que me animaron a estudiar y salvar el año, porque realmente ya había decidido hacerlo de nuevo.

No voy a dar vueltas al pasado porque no lo puedo cambiar, y no voy a dejar que me agobie el futuro. Si presto un poco de atención, voy a percibir que ningún día es igual a otro.

El destino es incierto y por más que hagamos las cosas bien o mal alguna vez, vamos a tener que golpearnos para darnos cuenta de que nos equivocamos y tener el valor para cambiarlo y no volver a chocar con la misma piedra.

Hoy he decidido dar vuelta la página cerrando el pasado y vivir el tiempo presente porque ya no soy la misma persona, hay un cambio positivo en mí, que me hace valorar este momento.

Yo vivo cada minuto de mi vida porque allí encuentro la salida a mis confusiones, la alegría de buenos momentos y la pista correcta para la decisión que he tomado.

Debo considerar que cultivar los valores hace que nuestra vida disfrute las cosas lindas de la vida. El vivir de remordimientos me lleva a un callejón sin salida, impidiendo el crecimiento y el aprendizaje.

No importa quién fuiste, qué hiciste, lo que importa es quién eres  ahora y lo que harás con tu vida. El amor, la esperanza y Dios son tus únicas herramientas para cambiar.

La esperanza me ha dado nuevas fuerzas para seguir adelante sin estancarme, ni muchos menos retroceder.

La fe me de alas para alcanzar objetivos, confiando en Dios, quien me asegura la guía para no perder de vista mis sueños.

Es por eso que nosotros decidimos volver a empezar porque aún no termina el juego de la vida, todavía nos queda mucho por andar, experimentar y vivir proponiéndonos qué camino de la mejor forma posible.

Lo mejor es que te sientas feliz, nada es para siempre y la vida está llena de cosas hermosas, que hay que disfrutar.

Créanme vale la pena tomar sobre sí una carga pesada si con esto podemos aligerarle la carga a otros.

Tu vida puede ser un mensaje de esperanza para un mundo escudriñador.

He aprendido una valiosa lección: NUNCA, NUNCA RENDIRSE. La victoria y el triunfo son frutos de la tenacidad, la determinación y la perseverancia.
 
Escrito por alumnas de 9º 3ª: Janet Rodríguez, Antonella Sepúlveda y Yésica Arias.

Gentileza de la profesora Rosana Badatto.

 

 

 

 

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